lunes, 17 de septiembre de 2012

CEMENTERIO DE ARRIONDAS y SUS PELICANOS (PARRES)


Una de las simbólicas relacionadas con los famosos Caballeros Rosacruces,  y con la propia masonería es la figura del pelícano; que como tal lo tenemos expresado en el séptimo  grado del Rito Francés, en  el grado dieciocho en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y en el Rito de Memphis y Mizraím, denominado "Soberano Príncipe Rosacruz, Caballero del águila y el pelícano,"que tiene como símbolos principales: el pelícano, la rosa y la cruz.

Sin embargo, la presencia de pelícanos en la simbología funeraria asturiana podemos decir que es más que escasa; y al menos que recuerde, solo los he visto en el Cementerio de Parres (Arriondas) que está situado en un cotero sobre la villa, que se puede visitar tomando la carretera hacia Cuadroveña, desde el mismo centro de Arriondas.

Es un cementerio sencillo, sin grandes ornamentos, pero con ciertas curiosidades.

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Vista de Arriondas desde el Cementerio de Parres.
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Vistas generales de la portada del Cementerio y del interior, tumbas y panteones
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Panteón  en el cementerio de Arriondas
                                                                  
Panteón Familia García Labra
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Las tumbas que nos interesan pertenecen a dos familias emparentadas, y son de tumbas casi idénticas en su concepción.

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Tumba de D. Jacinto LLano Margolles  y de Manuel Llano Margoles

Manuel Llano Margolles fue durante el año 1904-1905 fue Vicepresidente de Partido Republicano de Ribadesella, y una de sus propiedades que siempre llama la atención es la casa de “La  Gotera”, que está situada a la salida de Arriondas dirección a Sevares.

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“La Gotera”  o Chalet  Villa Encarnación – Castañera – Arriondas)
“ La casona fue construida, a comienzos del siglo XX, para el matrimonio que formaban don Manuel Llano Margolles y su esposa doña Encarnación.

Este matrimonio tuvo dos hijos y dos hijas. Fallecida Regina, la primera de las hijas, quedó su hermana Encarnita, que se trasladó a vivir a Inglaterra con su esposo; mientras aquí permanecieron sus dos hermanos, Manuel, al que llamaban “Sevilla”, y Ángel.
Estos dos hermanos varones tuvieron que partir al exilio al final de la Guerra Civil Española, debido a sus ideas políticas.

La casa, magníficamente amueblada según contaban años atrás los más ancianos vecinos de Castañera, fue habilitada como hospital durante la guerra, hace setenta y cinco años. Poco después fue ocupada por lo que denominaban un “batallón de trabajadores”.

A partir del paso del batallón de trabajadores, la casa comenzó a caer en decadencia. Hace relativamente pocos años, tanto el edificio en ruinas como la finca que le rodea, fueron adquiridos por un nuevo dueño, el cual se la compró a un nieto argentino de aquel don Manuel y doña Encarnación que la habían mandado construir un siglo antes. De modo que fue una lujosa mansión, hospital para heridos de guerra, residencia de trabajadores en época de miserias y, por último, durante más de cincuenta años, un esqueleto viviente en espera de un nuevo destino o de una más que segura desaparición.
Cuando pases por allí, detente un momento y contempla también el majestuoso magnolio que crece frente a esa”galería del milagro”.

Es uno de los mejores magnolios de todo nuestro concejo. Dícese que, en las noches de luna llena, especialmente cuando sopla el viento del sur, el joven árbol entra en diálogo con la delgada columna y la anima a resistir un invierno más. (fuente: Francisco José Rozada Martínez )

El Cementerio de Parres, situado en un cotero sobre la villa de Arriondas, con una impresionante iglesia a los pies de la entrada del cementerio, en medio de una cómoda explanada que da acceso a la “quintana de los muertos".

La entrada está despejada, de tumbas , por lo cual se supone que fueron levantadas todas las tumbas de tierra, dejando esa gran zona abierta y presidida por palmeras, recordando el ambiente indiano.

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Cementerio rural, con una mala organización estructural, una parte cuidada que es la de los nichos de la entrada, y en la parte del fondo más descuidada, y donde se encuentran los panteones y los nichos más viejos.

En esa zona encontramos ciertos enterramientos “peculiares” como este, dedicado a José Quesada Collía y su mujer Clementina Asnedo Benedicto

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A la izquierda del gran panteón con la signatura o firma VB entrelazadas, y tras otro panteón significativo, el de los García Labra, se encuentra a la izquierda lindando uno con el muro  Sur y Oeste , y el otro solo al Oeste: las dos tumbas aparentemente idénticas, aunque separadas por un bloque de nichos.

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El primero de los enterramientos, pegado al muro Sur del cementerio, está la tumba de José María Miyares y Valdés (Bode 1864-), y de  Tomás Cueto y Llano.


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Separado por el citado núcleo de nichos, que se ve en la foto de más arriba, se encuentra la otra tumba, que es una especie de clonación,y en ella están enterrados:
A la izquierda: Jacinto Llano Margolles y a la derecha el dueño de la la casona “La Gotera” Manuel LLano Margolles

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 Examinemos, pues
 los dos enterramientos. el enterramiento de la izquierda es el que está en mejores condiciones y pertenece a: José María Lavares y Valdés, y Tomás Cueto y Llanos

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Estamos ante unas tumbas a modo de retablos que se  levantan pegadas al muro Oeste del cementerio  y que Sira Gadea  describe para este blog la tumba de esta manera: 

Es una sepultura parietal con fuerte impronta arquitectónica, organizada a modo de retablo de tres cuerpos. El primero presenta tres calles, la central adelantada a modo de altar, sustentada por dobles pilastras sobre las que se apoya un friso corrido. Cuenta con tres bajorrelieves. El de la izquierda, un pelícano que se pica su propio pecho para que sus polluelos calmen la sed con su propia sangre, es una imagen típica de sagrarios y capillas sacramentales como símbolo de la Eucaristía. El de la derecha (no lo veo bien), podría ser un Cordero Pascual, prefiguración de la Pasión de Cristo por la salvación de los hombres. En cuanto a las dos coronas de flores y semillas entrelazadas centrales, estarían en relación con la Resurrección. El segundo cuerpo también se apoya sobre pilastras, con relieves de haces de semillas y dos placas con los titulares de la sepultura. En cuanto al tercero, se organiza a modo de friso, rematando el conjunto. Sobre el centro de la base adelantada a modo de altar del primer cuerpo se levanta un nicho con fuertes referencias eucarísticas, como un sagrario a modo de templete clásico, organizado mediante arco de medio punto sobre columnas enmarcado por pilastras que sustentan entablamento y frontón, con paloma del Espíritu Santo en la clave del arco, seguramente el referencia al Bautismo, y dos cabezas de querubines como protectores de la sepultura rematando el frontón, tras las que parece elevarse una cruz (no la veo bien). De esta forma el ciclo iconográfico se estaría refiriendo al Bautismo, la Comunión y la Pascua como preceptos cristianos para lograr la Resurrección

A la izquierda esta enterrado José María Lavares y Valdés,  y la derecha Tomás Cueto y Llanos, debajo de la lápida que indica la propiedad del primero,  hallamos  el símbolo del cordero y la cruz, veremos dos trabajos un tanto distintos, a la cual se entrelaza una lienzo de tela, enmarcado todo ello en un octógono, Estamos pues ante  una cierta prefiguración del cordero Pascual como la pasión de Cristo queriendo con ello salvar a los hombres.

En el otro extremo está la placa dedicada a  Tomás Cueto y Llanos, y debajo de esta se encuentra otro octógono en el cual se enmarca bellamente tallado el pelícano dando de comer a sus tres criaturas.

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Detalles de las distintas panoplias

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Detalles de la tumba.
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Esta otra tumba está más abandonada, tanto su contorno como la propia tumba. En esta otra, situada en este cuartel o bloque, a la derecha, pegado a uno de los grandes panteones del cementerio, en este caso, linda con este y la tumba está adosada al muro Oeste del cementerio.  En ella están enterrados, a la izquierda Jacinto LLano Margolles, y a la derecha su hermano Manuel LLano Margolles.

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Aquí la colocación de los símbolos es distinta ya que el pelicano y sus criaturas están a la izquierda bajo la lápida de Jacinto Llanos Margolles, la composición es la misma, salvo que los pollos de pelícano están más desarrollados y a la derecha está el símbolo que caracteriza el enterramiento de Manuel Llano Margolles, que es la misma composición que en la tumba anterior, pero con otra definición, lo que nos viene a decir que debieran ser distintos los marmolistas  que trabajaron ambas tumbas.

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Comparativa de los plafones simbólicos
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Otros detalles de las tumbas
       
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Empezaba este post sobre el tema de los pelícanos y el rosacrucismo, y mucho me temo que dichos 4 señores poco tenían que ver con los Rosacruces, dada la presencia de pelicanos, al menos no se los registra como miembros Rosacruz. Aunque hay que notar que los listados de masones indianos, que manejo, hay un tal MIguel LLano Margolles de simbólico “Victor Hugo” dedicado al comercio el cual estaba en la logia Hijos de HIram 50  /GOE-GLSIC) en 1880  de Cuba y donde desarrollaba el oficio de Maestro de Ceremonias.

La presencia de los pelícanos en la simbólica funeraria deviene de que en los bestiarios medievales difundieron la creencia de que los pelícanos alimentaban a sus polluelos con su propia sangre, y por ello es habitual encontrar imágenes de pelícanos en el cuadrón de las cruces y en otros lugares, como símbolo del sacramento cristiano (católico y ortodoxo) de la Eucaristía. Es una imagen poética de Cristo que da a comer su propia carne y a beber su propia sangre. El nombre de “pelícano bueno” es muy utilizado para referirse a Cristo en la literatura y liturgia católica, indicando el amor hasta el extremo que tuvo Jesucristo hacia todos los hombres.

Como nos decía Sira Gadea, los querubines a modo de guardianes del enterramiento .

Textos y fotos Víctor Guerra (Salvo los indicados de otros autores)